Entradas

Una moneda y una puerta

 Una moneda y una puerta para llegar a ti. Sé que nadie lo comprenderá,  pero tú sí que lo harás; en un noviembre por la mañana... Me harás de comer junto con un café. Jugaremos ajedrez, noviembre por la tarde. Hablaremos como un par de enamorados, y así es como con amor nos abrazamos, llevo vagando en este recuerdo una y otra vez, no sé a dónde ir pues todo me remite a ti. 

No vuelvas más

  Mira bien lo que has dejado.   Hice un cambio en mi mi vida,  ¡qué fortaleza! pensando en la forma de mi vida, ¿después de ti, cambié? no lo sé  pero mírame bien, mi trabajo lo dejé he hice un salto de fe, tenía miedo, vaya que lo sé pero no tenia a nadie, sólo yo y mi ser. En definitiva no soy el mismo de ayer. Así que, si no me quisiste,  ve lo que perdiste; pensaste que no tenía hambre, pero la tenía, tú me detenías. No llames, no textees ¡lárgate! no soy el mismo de ayer.

Brazas.

La circunstancia ha ganado ya no te quiero a mi lado. Ni como amigos,  ni como novios. Una palabra  te puede liberar, la distancia nos alejó y tus actos me libraron  y yo sin ti, fluiré, como las brazas. Mi corazón seguro sufrirá pero lo que no me mata  me fortalecerá mi vida continuará  y tú no estarás un fantasma te convertirás. Tu recuerdo en el  olvido junto con el amor que te tengo se quedarán. Una palabra  te puede liberar.  

La vida es un misterio.

 La vida es un misterio. Escucho tu voz  llamándome de lo profundo  y para mí es como una bendición. Ya no me escondo, ya no corro  siempre lo quise y lo obtendré, vine, vi y conquisté.  Todo lo realizaré, como es arriba  es abajo  como es afuera  es adentro  como las plegarias mis escritos y palabras. Siempre lo quise y lo obtendré  vine, vi y conquisté, todo lo realizaré. Como las plegarias  mis escritos y palabras. Esto es hecho y hecho está no hay marcha atrás ni quién lo pueda parar.     

Espejo.

𝄞  Una vez tuve un sueño,  te miraba a través de un espejo, te quise abrazar,  pero el espejo se volvió una barda tan alta como una montaña, tan dura como el hierro echo barra y tan gruesa como una muralla, ahí comprendí que te amaba.